La Selección de Honduras borró a los ticos... y a "Chiquidrácula"

La Selección vuelve a jugar el 5 de septiembre, ante Trinidad y Tobago, pero por vez primera en este eliminatorio lo hará en Tegucigalpa

San Pedro Sula, Honduras
.
Entonando los sonidos perfectos en la cancha del Olímpico, la orquesta de Reinaldo Rueda hizo desaparecer cualquier forma viviente de color rojo; y gritar gol era cuestión de minutos... apenas había que sortear a Marco Antonio Rodríguez, el hombre de negro de nacionalidad mexicana.

Sí. Aniquilados y asfixiados los 11 rivales costarricenses, el único peligro latente era el famoso Chiquidrácula, que al minuto 5 ya había invalidado el primer gol de Carlo Costly y al 23 desataba la indignación total en el estadio con una decisión que ni él entendía: el golazo de Mauricio Sabillón era anulado por el central después de una supuesta falta de Carlo Costly contra el portero Keylor Navas, que solamente el central mexicano miró.

Una avalancha...

La herida contusa provocó la reacción instintiva del jugador hondureño. Y todos los circuitos de la cancha eran monopolizados por la bien aceitada maquinita catracha: Carlo Costly enloquecía a su marcador y Mauricio Sabillón volaba por la derecha.

Hasta que se vinieron los goles y la justicia en el marcador: al 30, un centro de Wilson provocó una confusión terrible en la zaga visitante, para que Carlos Pavón cediera en bandeja de plata a Carlo Costly, el Cocherito que la mandaba a guardar de zurda y sin marca; al 50, la pésima marca de Fredy Fernández (que ya había sufrido a la Sombra con el Liberia) dejó a Carlos Pavón de frente al portero Ricardo González... cajón inteligente y a cobrar.

El artillero regaló una cátedra para los jóvenes delanteros y extraía del Olímpico hasta el último milímetro de felicidad. Con el triunfo consumado y una que otra insurrección de los costarricenses, sobre todo tras la entrada del Cachorro Ledezma, la H empezó a jugar con la experiencia de sus mejores hombres: Amado,Costly, Dani y Wilson subieron al pico más alto de su rendimiento y al minuto 90 vino la cereza del postre: Melvin Valladares paró de pecho, eludió al pobre Delgado y definió de zurda con una maestría de sexto año. El Cocherito Costly cerró la noche de fantasía con un zurdazo sutil. Contra Chiquidrácula supo mejor...